Cajita colección "Fauna de Johas"
Cajita colección "Fauna de Johas" contiene 5 cartas.
Fauna de Johas contiene 50 modelos de cartas diferentes.
"El hermoso y peligroso paisaje de la península"
Dos soldados tropas grises caminan la zona, en su recorrido nocturno, entre la intensa humedad que les hace sudar el cuerpo y les recuerda una graciosa anécdota de alguna vacación en el caribe allá en su planeta tierra. Johas, quizás el último refugio humano en Enadrya de iguales características al continente centroamericano, es selvático, de límpidas aguas, húmedo, tropical, con un clima inestable y lluvioso por las excesivas temperaturas. Con una frecuente formación de huracanes y fuertes tormentas que la despiertan de su tranquilidad.
Una Lampyridae con demasiada luminosidad, asusta al soldado que se había dejado llevar en su imaginación hacia su juventud, he ilumina el rostro de su compañero. Más adentro, inmerso en una selva tupida entre arbustos Guayacanes y Rhizophoras, un Alancualiko adulto de largas extremidades merodea el lento caminar de un Solenodón (pequeño roedor sabanero).
Este paraíso peninsular está poblado por una gran variedad de coloridas aves, mamíferos plantígrados y reptiles de todo tipo y tamaño.
Derganes tolvos y nangurus enfrentan constantemente la amenaza akhri del lugar, entre torgones y karoths buscan sobrevivir, a su hasta ahora inmune neutralidad.
Su mar es una inagotable fuente de vida, con variedades costeras como el díkono y el circa venena, una especie de iguana verde residente de la región, que buscan alimento entre estuarios inmersos en manglares. Ya en sus profundidades, cardúmenes de Characiformes nadan en forma conjunta, cuidándose de amenazantes crías de bulerzas que se sienten atraídas principalmente por su iridiscencia, en extensos arrecifes de corales.
Toneladas de Mytilidae viajan aferrados a la coraza de los barcos trasportadores de metal, contaminando el fondo coralino de las costas, y atrayendo aves láridos que se alimentaran de este molusco contaminado.
Caparazones de tortugas coriacia marinas son el hogar de otros cientos de diferentes peces en formas y tamaños. Un diátomo semi-acuático asoma su hocico hacia la superficie rastreando aves rasantes sobre el nivel del mar, mientras una beluga gigante genera una movediza sombra desde los cielos.
Adentro, entre su variada arboleda, cortacubas y garcitas verdes cuidan sus nidos de la amenazante custodia del Alouatta un mono aullador de pequeñas dimensiones y rápido andar.
Quizás el clima y la variada coloración de su flora y fauna hagan que el humano vea Johas como una isla más de su recordado caribe terrestre, pero Johas es un lugar desafiante, lleno de recursos y vida, en constante movimiento y con llamativos sonidos, pero a la vez venenoso y febril.
Johas es una extensión peninsular llena de vida del continente Derta, un lugar de apariencia amistosa para el humano, donde edificó sus nuevas bases, pero también impredecible y peligroso en su día a día, como cualquier lugar de este nuevo mundo.